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Los ‘negocios sucios’ de la Fundación Migres

16 febrero, 2015Ricardo GamazaEcología5 comentarios
Miguel Ferrer, presidente de Fundación Migres y coordinador institucional del CSIC en Andalucía

Miguel Ferrer, presidente de Fundación Migres y coordinador institucional del CSIC en Andalucía.

La entidad privada sin ánimo de lucro con su presidente y también coordinador institucional del CSIC en Andalucía, Miguel Ferrer, se han especializado en hablar bien de proyectos de altísimo impacto ambiental o contaminantes (negocios sucios) inaugurando un pionero concepto publicitario: el marketing científico.

Poco tienen que ver los objetivos con los que se creó la Fundación Migres en 2003 con los negocios que lleva a cabo en la actualidad. Lo apuntó en 2006 la Sociedad Española de Ornitología SEO Bird Life, la principal organización ornitológica internacional, que abandonó el patronato de la Fundación Migres tras denunciar en una nota de prensa, de la que se hicieron eco mucho medios, la realización de medidas compensatorias para «proyectos de altísimo impacto ambiental en la comarca», como son parques eólicos y tendidos eléctricos. SEO Bird Life explicó entonces que, pese a que la Fundación se creó «para garantizar la continuidad de los proyectos de seguimiento de la migración, puestos en marcha muchos años antes por los ornitólogos en el Estrecho, y para dinamizar y valorar el fenómeno migratorio, lo cierto es que su presidente ha ido derivando hacia proyectos que poco o nada tenían que ver con esos objetivos”.

La SEO Bird Life fue castigada, según entendía la organización ornitológica y así lo hacía ver en su nota de prensa, por la Junta de Andalucía que «de manera unilateral y sin mediar explicación», retiró a SEO/BirdLife la organización del campo de voluntarios que, desde hacía diez años, estaba en marcha en el Estrecho para el seguimiento de la migración de las aves, denominado Proyecto Migres y que desde entonces organiza la Fundación de este nombre, indicaba la SEO. Lo confirma la propia Consejería de Medio Ambiente en su web donde dice que el programa Migres lo coorganizaba conjuntamente con la SEO.

Al frente de la Fundación Migres está Miguel Ferrer un ‘biopolítico’ que se maneja igual de bien en las aguas del PP que en las del PSOE. Mientras que durante gobiernos del PP ha estado dirigiendo la Estación Biológica de Doñana primero y ahora ostenta el alto cargo directivo de Coordinador Institucional del CSIC en Andalucía; a través de la Fundación Migres logra el favor de la Junta de Andalucía gobernada por el PSOE, que castigó a la SEO por criticar su labor: antes de que la Junta le retirase el campo de voluntariado y se lo diese a la Fundación privada presidida por Ferrer, la SEO desmintió la afirmación de Ferrer de que se había logrado que una pareja de imperiales nidificase en la Comarca de la Janda y criticó este proyecto que llevaba a cabo el presidente de Migres, tras la muerte por envenenamiento de varios de los ejemplares reintroducidos. La SEO Bird Life también pidió a la Consejería la paralización de este proyecto hasta que se aprobase un Plan de Recuperación y una Zona de Especial Protección en La Janda, «dos obligaciones legales largamente incumplidas por la Junta”, explicaba la organización ornitológica. No hubo respuesta, pero sí represalia.

No fue la única organización que se bajó del barco que comandaba Miguel Ferrer. Ecologistas en Acción también abandonó el Patronato de la Fundación Migres no sin antes apuntar que “no nos sentimos a gusto en un Patronato cuya financiación se nutre de aportaciones de empresas a cuyas instalaciones nos hemos opuesto o hemos cuestionado; permanecíamos en la Fundación con la esperanza de contribuir a reales compensaciones ambientales en la zona donde se han producido los impactos, es decir en el Campo de Gibraltar”. La nota de prensa de Ecologistas en Acción que también fue recogida por los medios en 2005 indicaba también que “el funcionamiento del Patronato no nos parece correcto; se actúa sin gerente, siendo el Presidente el que asume todas las atribuciones”, pero además de la forma, se criticaba el contenido: “Se han realizado trabajos e inversiones con las que no estamos de acuerdo por su contenido (reunión de cazadores), por su localización (los cerní­calos de El Salvador de Sevilla), o por su situación (reunión del Patronato en los locales de Cepsa)”. Cuestiones que llevaron a la principal asociación ecologista de España a concluir que “la Fundación se dedica a administrar unos fondos que no han supuesto el esperado beneficio ambiental”.

Los negocios «caídos del cielo»

Hagamos memoria. La Fundación privada Migres se creó en 2003 y aunque llegaba tarde para hacerse con alguna de las medidas compensatorias del desdoblamiento de la A-381, la llamada ‘autovía verde’, que cruzaba por el centro el Parque de los Alcornocales para unir Jerez de la Frontera con Los Barrios. Las millonarias medidas compensatorias (más de 7 millones de euros) ya se estaban licitando en el sector privado desde el año 2000. Ferrer consiguió no obstante meter cabeza y lograr que al menos dos proyectos se financiasen con los “remanentes económicos de las medidas compensatorias”, que se definieron después: el proyecto de reintroducción del águila pescadora en los embalses del entorno del Parque Natural y el de reintroducción del águila imperial en el Parque de Los Alcornocales. No queda claro para la opinión pública, sin embargo, si Ferrer está actuando entonces como científico de CSIC o como presidente de la Fundación Migres, cargos que se van a confundir desde ese momento en gran parte de sus trabajos.

Donde sí queda claro el papel de la Fundación Migres es en otro proyecto de altísimo impacto ambiental: el segundo cable del Estrecho. Esta fundación privada es la que lidera con Ferrer a la cabeza las medidas compensatorias del segundo cable eléctrico del Estrecho. Red Eléctrica Española (REE) lograba así el aval científico que necesitaba de cara a la opinión pública, logrando con este pago de proyectos ‘compensatorios’ a los científicos que no vieron un problema en trazar un cableado con 400.000 voltios por el lecho marino para unir España y Marruecos. Un alto cargo de REE de esos años confirma que “había problemas ambientales y sociales” y que “la Fundación Migres hizo bien su papel”. Un papel que era el de evitar las movilizaciones sociales contrarias que se vivieron en la zona cuando se puso el primer cable del Estrecho. Porqué una fundación privada se hace con estas millonarias medidas compensatorias sigue siendo un misterio: “ya estaban aquí -dice un ex alto cargo de REE- al haber trabajado en algún proyecto de investigación anterior para ver, en Doñana, como evitar colisiones de aves en tendidos eléctricos”.

Empresas que poco tienen que ver con el ‘fenómeno migratorio’ pero que necesitan del ‘marketing científico’

Como decía Dante: «La avaricia es de naturaleza tan ruin y perversa que nunca consigue calmar su afán: después de comer tiene más hambre». Por eso, la Fundación Migres ve claro su ‘nicho de negocio’: se especializa desde entonces en poner una mano en el fuego por los proyectos conflictivos y la otra en la empresa o el proyecto que avala para cobrar vía proyectos de investigación, paneles de expertos, etc. Y para eso se ‘diversifica’ para defender no sólo proyectos relacionados con el fenómeno de la migración. Ahí fuera hay más dinero. Así se explica la maraña de empresas que se han ido incorporando al Patronato de la Fundación Migres o estableciendo relaciones de interés mutuo con el beneplácito de su presidente, Miguel Ferrer, cuyo protagonismo en Migres se adereza con su cargo en el CSIC (actualmente coordinador institucional en Andalucía) y se confunden para alegría de las empresas a las que asesora.

Empiezan a llegar empresas al patronato de la Fundación Migres de lo más variopinto y que cada vez tienen que ver menos con fenómeno de la migración. Aunque los estatutos de la Fundación dicen que sus objetivos son “la investigación, la sensibilización, la difusión, así como la realización de actuaciones y actividades relacionadas con las especies migratorias, especialmente las aves, tortugas y mamíferos marinos”, la Fundación no duda en firmar convenios alejados de esos fines con entidades que manejan mucho dinero y necesitan mejorar su deteriorada imagen de contaminadores. Un ejemplo es Mina Las Cruces, una explotación minera a cielo abierto ubicada en Gerena (Sevilla) contra la que la Fiscalía ha abierto un proceso judicial que sigue abierto por presuntos delitos de daños continuados contra el medio ambiente.

Salvo que las balsas mineras de Cobre las Cruces alojen tortugas, delfines o águilas imperiales, lo cual sería todo un hallazgo, no se entiende el acuerdo de Fundación Migres con la empresa minera. Al menos atendiendo objetivos no económicos.

El hecho de que Miguel Ferrer además de ser presidente de esta Fundación privada sea el coordinador institucional del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Andalucía produce una confusión en la que no se sabe si es Migres o CSIC quien está detrás de los proyectos. Así se ve en los artículos de prensa donde se presenta como el científico que “trabajó en el accidente minero de Aznalcóllar” (cuando era director de la EBD) como publica Diario de Cádiz en un reportaje donde ni siquiera se cita a la Fundación Migres, frente a otro reportaje en el que Europa Press indica que “Cobre Las Cruces ha firmado un convenio marco con la Fundación Migres”.

En todo caso, lo que sí hace Ferrer, sea representando al CSIC o a la Fundación Migres, es lanzar los mensajes que la Mina contratante quiere que calen en el público: “la compañía aboga por el respeto al medio ambiente e intenta evitar que la actividad impacte negativamente en el entorno” o conceptos tan antagónicos como el de “minería sostenible”. Marketing puro y duro en el que trata de asociar un concepto positivo a una realidad negativa, aunque en estos casos sean además incompatibles. Lo dicho por un alto cargo científico adquiere credibilidad para una opinión pública poco conocedora de las verdaderas consecuencias ambientales de estas actuaciones. O eso deben pensar los que lo contratan vía convenios.

Pero detrás del marketing están los hechos, que demuestran que muy “sostenible” no ha conseguido que sea esta explotación minera, ya que en 2014 la Fiscalía confirma tras investigas las denuncias de Ecologistas en Acción contra Cobre las Cruces y suma otra causa a la acusaciones por delitos contra el medio ambiente y continuado de daños entre 2006 y 2008. Varios directivos de la mina están a la espera de la apertura del juicio oral.

Lo que si parece tener este marketing científico es un efecto llamada para empresas que tienen una actividad polémica ecológicamente. Así, entre las últimas llegadas al patronato de la Fundación Migres se suma Magtel, una empresa que está a la espera de ganar el concurso para la reapertura de la mina de Aznalcóllar junto con el Grupo México, empresa responsable de un vertido tóxico en el estado federal de Sonora (México) hace apenas unos meses.

El caso dragado del Guadalquivir y el contrato a dedo a Ferrer saltándose a la Estación Biológica de Doñana

Lo que parece que ya forma parte del ‘modus operandi’ del presidente de Fundación Migres y coordinador institucional del CSIC en Andalucía, Miguel Ferrer, es su afán por defender proyectos ambientalmente cuestionados por la comunidad científica. Así lo hace de nuevo con el proyecto de dragado del río Guadalquivir. En este caso hay un amplísimo y documentado estudio científico oficial dirigido por el prestigioso catedrático Miguel Losada y un nutrido grupo de científicos de primera línea, que se realizó durante varios años por exigencia de la Declaración de Impacto Ambiental y que contó con un equipo técnico de estaciones de medición que permitieron extraer datos que no se conocían hasta entonces del Guadalquivir. La conclusión del estudio de Miguel Losada es que el dragado que quiere hacer el Puerto de Sevilla en las condiciones actuales del Guadalquivir no es posible porque causaría el colapso del río.

El Puerto de Sevilla, indignado por unas conclusiones que no le vienen bien con sus planes de negocio, no tarda en contratar a dedo a Miguel Ferrer. Esta vez a través del CSIC pero sin que lo sepan en la dirección de la Estación Biológica de Doñana, centro por el que paradójicamente se está contratando a Ferrer. El contrato se firma coincidiendo en fecha con las declaraciones de Ferrer en prensa en los que pone en duda los efectos del dragado del Guadalquivir para Doñana: “la afección a Doñana no sería importante”, llega a decir. Ferrer no tarda en dar su conclusión antes incluso de cualquier estudio y lo hace en ABC porque es en los medios de comunicación donde se hace marketing, causando indignación en gran parte de la comunidad científica. Sobre todo porque se trata de un científico experto en aves opinando sobre dinámicas fluviales, un área en la que su currículum científico sufre de raquitismo severo.

Tratando de impedir que la opinión pública conozca los hechos: la amenaza con querella criminal a quien cuente algo

Sin embargo, no es la primera vez que Ferrer apunta que hay soluciones técnicas para proyectos letales para el medio ambiente con los que colabora. Lo saben muy bien en el Estrecho de Gibraltar, donde Ferrer ha colaborado con la instalación de parques eólicos después de que la Fundación Migres firmara en 2003 un convenio de colaboración con la Asociación Eólica de Tarifa por el que se hace cargo de la coordinación y vigilancia ambiental de sus parques eólicos, así como de las medidas ambientales asociadas por un periodo de 20 años.

De nuevo los hechos contradicen a la Fundación Migres y a Ferrer: los parques eólicos  han incrementado la mortandad de aves (muchas de ellas especies protegidas), como ha publicado el Colectivo Ornitológico Cigüeña Negra (COCN), que ha denunciado el “alarmante” incremento de mortandad de aves a causa de los parques eólicos en la provincia de Cádiz. Unos resultados que, según el COCN “contrasta con los artículos e información ofrecida al público desde diversos medios de comunicación en artículos, realizados por Fundación Migres”, en los que según el colectivo ornitológico, “el presidente de la Fundación, Miguel Ferrer ha subrayado que se han reducido las muertes en un 27% desde 2007, o  a finales del año 2009 realizan artículos en los que hablan de reducciones de hasta un 40%  en la mortandad de buitres leonados dentro de este periodo”. Datos que el COCN desmiente en su artículo en el que con datos oficiales muestra que la curva de mortandad es totalmente ascendente y cada vez con mayores aumentos anuales de aves muertas, siendo para el ultimo año analizado (2009) de 658 aves muertas que suponen el 33 % del total de aves en los 17 años estudiados. La Fundación Migres por su parte intentó impedir la publicación del artículo del COCN, llegando a amenazar con una querella criminal, pero, curiosamente no porque los datos fueran falsos, sino porque -según la Fundación Migres- los datos eran propiedad de la Fundación. El objetivo: que la realidad no empañe la campaña de marketing científico a favor de los parque eólicos.

A mí también me amenazó hace poco con una querella por publicar su vinculación contractual con el Puerto de Sevilla, como detallo en el post ‘Miguel Ferrer: el biopolítico que trató de amordazarme’, exigiéndome además que le revelase mis fuentes; su objetivo está muy claro para mi: hacer una caza de brujas que impida que haya ciudadanos que hagan públicos sus oscuros negocios.

Fondos para el medio ambiente dedicados sólo a mantener la Fundación

En el caso del convenio Fundación Migres-Asociación Eólica de Tarifa, como en en año 2005 Ecologistas en Acción aún estaba en el patronato de la Fundación, se pudo confirmar por esta organización que los fondos destinados a las medidas compensatorias de los 2 primeros años de las medidas compensatorias por la implantación de parques eólicos en el Parque Natural de los Alcornocales promovidos por la Asociación Eólica de Tarifa, no se habían dedicado a mejoras ambientales y sí casi en su totalidad a “gastos de funcionamiento interno” de la Fundación Migres: sueldos, dietas, material de oficina. Dos años en los que sólo por este convenio la Fundación Migres se embolsó 205.500 euros, según Ecologistas en Acción, que informa de ello por carta a la Comisión Europea. Unos meses después de denunciar estos manejos de fondos de la Fundación Migres, Ecologistas en Acción abandonó su patronato dejando vía libre a los ‘ferrerazos’.

[box] No te pierdas este próximo miércoles un nuevo reportaje de investigación y análisis en el que revelo el trato privilegiado de la Administración andaluza a la Fundación (privada) Migres.[/box]

 

Etiquetas: andalucía, aves, biopolítico, CSIC, denuncia, doñana, ebd, ecología, ferrer, fundación, migraciones, migres

Ricardo Gamaza
Periodista y productor audiovisual con 20 premios de comunicación ambiental entre los que destacan el Premio Andalucía de Medio Ambiente, el Premio Nacional Panda de Comunicación de WWF-Adena o el Premio Iberoamericano iAgua, entre otros. @RicardoGamaza
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5 comentarios. Dejar nuevo

La Voz de la Conciencia
16 febrero, 2015 1:18 pm

Conocí y padecí a Ferrer desde los 80, enhorabuena por el resumen porque es claro y veraz. Un dato un poco anterior que tal vez no conoce: ya cuando la AMA anunció el proyecto de autovía Jerez-los Barrios, se presentó por la Consejera de Fomento y Ferrer como un proyecto que iba a mejorar la provincia, pues gracias a él iba a volver a criar la imperial y la perdicera en Cádiz (no hacía falta DIA ni nada). Para ello Fungesma, en ese momento de Ferrer, cobraría 10 millones de pesetas por año durante varios años (creo recordar que 5). Ese proyecto luego lo heredó Mugres

Responder
Los negocios sucios de la fundación Migres
16 febrero, 2015 3:47 pm

[…] Los negocios sucios de la fundación Migres […]

Responder
Fran
16 febrero, 2015 6:58 pm

Interesante post. No puedo corroborar lo que cuentas porque no lo he vivido, pero si puedo atestiguar con que interés la administración autonómica subvenciona esta entidad vía ley de presupuestos.

Responder
Idalia
6 mayo, 2016 4:41 am

HHIS I should have thguhot of that!

Responder
Licrántropo
16 febrero, 2015 8:09 pm

Un apunte. Señalar que el actual Delegado Provincial de Medio Ambiente, fué el impulsor de esta Fundación.

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