Ya ha eclosionado la plaga en Sevilla. La galeruca (Xanthogaleruca luteola), comúnmente conocida como el escarabajo del olmo está asolando la arboleda sevillana sin que el Ayuntamiento haya tomado medidas al respecto. De hecho, las podas indiscriminadas llevadas a cabo por el equipo que comanda Zoido, el alcalde sevillano, han favorecido que se desate esta plaga con más virulencia.
El escarabajo del olmo es uno de los problemas más graves que sufren los parques y jardines en Madrid. El ayuntamiento de la capital española y de los pueblos limítrofes, como por ejemplo Leganés, muy afectado por esta plaga cada año, realizan cíclicamente campañas para tratar de salvar sus olmos, que en el caso del municipio de Madrid alcanzan los 6.000 ejemplares de los que 5.000 están afectados por la galeruca.
Un vecino de la barriada de Santa Clara, me manda estas fotos ilustrativas de la galeruca en la que se ve como crea nidos dentro del olmo al que probablemente acabe por matar, cómo dejan las hojas e incluso a un par de estos coleópteros.
Es precisamente ahora, en verano, cuando este coleóptero se vuelve más letal, ya que han eclosionado los huevos y las larvas devoran las hojas de los árboles acabando por impedirles la fotosíntesis y matando al olmo. Las hembras que pueden poner hasta 700 huevos cada una, hacen que la galeruca tenga facilidad para convertirse en una plaga, porque además este pequeño escarabajo, que apenas supera el centímetro de largo, es volador, con lo que se transporta con mucha facilidad infectando a nuevos ejemplares.
La luz de los hogares las atraen al interior, hasta donde vuelan y se reproducen masivamente
No sólo afectan a los olmos. En el caso de los humanos, aunque no producen enfermedades, si que suelen introducirse en las casas atraídos por la luz y una vez en el interior de los hogares se multiplican a una velocidad de vértigo, causando muchas molestias.
En Sevilla la galeruca no es nueva. Está considerada como una de las principales desfoliadoras del olmo, que en el caso sevillano son tres especies: Ulmus pumila, minor y umbraculífera, siendo más predominante el primero. Claro que de esto saben poco en el Ayuntamiento de Sevilla, donde han realizado talas y podas indiscriminadas por la ciudad en un periodo óptimo para que el escarabajo del olmo se convierta en plaga, ya que las podas favorecen que la galeruca pueda poner los huevos en el interior del árbol. Tampoco hay todavía en Sevilla un inventario municipal de arboleda pública, aunque los aficionados calculan que hay unos 1.500 olmos de la especie Ulmus pumila. El equipo de Zoido tampoco ha realizado nunca una campaña informativa sobre esta plaga, ampliamente estudiada y conocida por la Universidad de Sevilla, para combatir la infección de olmos en jardines privados.
Mientras los olmos sevillanos van muriendo y, en algunos casos, la caída de ejemplares afecta a los ciudadanos; de manera menos estruendosa Sevilla va perdiendo un patrimonio natural de siglos ante la dejadez o incompetencia (o ambas) de un equipo de gobierno local, el de Zoido, que demuestra día a día que el medio ambiente le da igual al sevillanito de coche oficial con aire acondicionado.
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2 comentarios. Dejar nuevo
Eso es lo que pasa cuando los políticos toman decisiones sin el asesoramiento de un técnico competente. Lo que mucha gente no sabe es que las podas estacionales que suelen llevarse a cabo en la mayoría de nuestra ciudades son totalmente innecesarias la mayoría de las veces, suponen un riesgo para la salud de las especies arboreas (plagas, enfermedades, envejecimiento prematuro, etc.) y un enorme gasto económico.
Pero, lo queramos o no, muchas personas tienen asociada la idea de la poda como algo necesario y beneficioso para las ciudades, por lo que muchos políticos lo aprovechan para dar, de cara a la galería, una sensación de limpieza y orden urbano. Nada más lejos de la realidad. Como decía un profesor mío; nos gastamos una fortuna en tener cesped en pleno sur de europa y encima no nos dejan ni pisarlo.
En la cartuja, por la zona de periodismo, no han dejado ni uno vivo