Ecoperiodismo
+34 661 732 981 | +34 954 717 810
ecoperiodismo@ecoperiodismo.es
Facebook
Twitter
YouTube
Vimeo
EnglishFrançaisAllemand
Idioma
  • Inicio
  • ECOservicios
    • Nuestros ECOservicios
    • Producción Audiovisual
    • Gabinete de Prensa
    • Diseño gráfico y revistas
    • Redes Sociales
    • Bancos de imágenes
    • Campañas promocionales
  • ECOproyectos
    • Producción audiovisual
    • Gabinete de Comunicación
    • Producción editorial
    • Consultoría especializada
  • Quienes somos
  • Responsabilidad ecológica
  • ECOblog
  • Contacto
la Sierra de las Nieves desde Ojén. FOTO: CARLOS DÍAZ.

El Parque Nacional de los Neveros

15 septiembre, 2016Ricardo GamazaAgricultura, Ecología1 comentario

La Sierra de las Nieves, que se convertirá este año en el tercer parque nacional andaluz, era la fuente de suministro de hielo hasta los años 30. Su riqueza botánica, con el pinsapo como abanderado, hacen de este espacio un lugar único en el mundo.

la Sierra de las Nieves desde Ojén. FOTO: CARLOS DÍAZ.

la Sierra de las Nieves desde Ojén. FOTO: CARLOS DÍAZ.

El siglo XX supuso el fin para un oficio estrechamente relacionado con la naturaleza, el de los neveros. Unos hombres que almacenaban y portaban la nieve que se producía en las cumbres de las montañas para transportarla hasta las ciudades. El oficio de nevero se extinguió en la década de 1930. La Sierra de las Nieves, en Málaga, era la cuna de este durísimo oficio jornalero. Localidades como Yunquera son hoy el punto de partida de una red de senderos que mantienen aún las huellas de un pasado que recuerda esta vinculación a la nieve.

Miguel Macías, tal vez el último nevero que hubo en estas tierras contaba los entresijos de un oficio que solo queda ya en el recuerdo: «La nieve estaba cerca del pozo e íbamos los hombres con palas, cortando la nieve. Yo cogía los terrones, echándomelos a la espalda y los echaba al pozo y dentro del pozo había cinco hombres con pisones, aprisionando la nieve». Los trabajos de los neveros comenzaban en primavera después de las últimas nevadas. Los pozos de nieve eran construcciones circulares, fabricadas con paredes de piedra y se construían preferentemente en la umbría y orientados al norte para conseguir la mejores condiciones térmicas para la conservación del hielo.

Ya en el verano se acudía al nevero para sacar los bloques de hielo que se transportaba a lomos de bestias conducidas por los arrieros a toda Andalucía. El precio de esta nieve dependía de la distancia que se recorriese para su distribución. Los mulos transportaban la nieve desde los neveros de la sierra hasta los principales puntos de distribución en Yunquera, Tolox y Ronda, aunque también se llevaban durante un día de camino a las grandes ciudades.

Cuando aún no existían los métodos artificiales de refrigeración, la nieve que se acumulaba en las sierras constituía uno de los elementos más codiciados, de hecho en el siglo XVII el negocio de la nieve era tal que la propia Corona Real era la encargada de dar las concesiones. La nieve no sólo se usaba para la conservación de los alimentos, sino también por sus aplicaciones médicas, llegándose incluso a utilizar en los tratamientos contra la peste.

Sin embargo, aunque se trataba de un producto muy valorado antaño, los jornales eran míseros, como contaba Francisco Sibajas Catarrito, uno de los últimos neveros: apenas cinco reales, que en la época difícilmente alcanzaban para comprar algo de tocino, café y azúcar.

En Yunquera la figura del nevero es ya una reliquia. Cuando se extendieron los métodos artificiales de refrigeración en este pueblo se vivió una revolución económica que los más ancianos recuerdan con el cambio del helado artesanal, hecho con nieve, por la gaseosa embotellada refrigerada en un frigorífico.

Los senderos de los neveros son la última huella que mantiene viva una parte de la historia que une al hombre con los recursos que le ofrece la Naturaleza. Junto a ellos, una especie arbórea singular, el pinsapo, otra de las joyas de la Sierra de las Nieves al tener aquí su principal reducto en Europa.

La Junta de Andalucía ha apostado por la Sierra de las Nieves para auparla al máximo nivel de protección ambiental que puede tener un territorio, el de Parque Nacional. No es la primera vez que el Gobierno andaluz quiere lograr sumar un tercer parque nacional para la región –se sumaría al de Sierra Nevada y Doñana–: ya se intentó en tiempos de Fuensanta Coves como consejera de Medio Ambiente cuando la apuesta se hizo sobre el Parque Natural de Cabo de Gata Níjar. Entonces no se lograron superar los trámites iniciales, entre otras cosas por cuestiones tan señaladas como el hecho de que alojaba en su costa un icono de la ocupación del litoral: el hotel del Algarrobico.

Sin embargo, en el caso de la Sierra de las Nieves el equipo del consejero de Medio Ambiente, José Fiscal, lo tiene todo muy bien atado: ya se ha finalizado el Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN), el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) y la propuesta de delimitación del futuro parque nacional. El Consejo de Ministros deberá ser ahora el que apruebe el que será tercer parque nacional en Andalucía y lo someta a exposición pública durante tres meses. Todo apunta a que cuando lleguen las nieves de este año, Andalucía será la comunidad autónoma peninsular con más parques nacionales de España.

Publicado en El Correo de Andalucía

Etiquetas: andalucía, neveros, parque nacional, Sierra nieves

Ricardo Gamaza
Periodista y productor audiovisual con 20 premios de comunicación ambiental entre los que destacan el Premio Andalucía de Medio Ambiente, el Premio Nacional Panda de Comunicación de WWF-Adena o el Premio Iberoamericano iAgua, entre otros. @RicardoGamaza
Publicación anterior Pioneros Ecológicos: Manuel Orellana [AVANCE] Siguiente publicación Pioneros Ecológicos: Ernestine Ludeke [AVANCE]

Entradas relacionadas

La Red Natura 2000 en Sevilla [MINIDOCUMENTAL]

25 junio, 2016Ricardo Gamaza

Andalucía suspende en depuración de aguas residuales

30 marzo, 2018Ricardo Gamaza

Los ‘negocios sucios’ de la Fundación Migres

16 febrero, 2015Ricardo Gamaza

1 comentario. Dejar nuevo

José
18 septiembre, 2016 9:56 am

Menos mal que se acabó el nefasto oficio de la venta de nieve. Y digo nefasto porque fue el responsable en gran parte de que los quejigos de montaña de la Sierra de las Nieves tengan ese aspecto tan lamentable: las ramas de estos árboles se usaban para cubrir los pozos de nieve. Entre esta actividad y el sobrepastoreo, la parte alta de la sierra está muy eorsionada, con un bosque muy abierto donde apenas hay regeneración. Mucha figura de protección pero sigue sin hacerse nada, ni se hará.

saludos

Responder

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Suscríbete

Entradas recientes

  • Fiscalía presenta al Juzgado la denuncia de Ecologistas contra el Puerto de Almería
  • Mueren dos linces atropellados ayer en Doñana, tres en lo que va de mes
  • Lindano en el bosque
  • 6 preguntas clave para el autoconsumo solar
  • Así pillamos a la patronal del agua intentando perpetrar su último engaño en favor de las multinacionales privadas

Categorías

  • Agricultura
  • Consumo
  • Ecología
  • Periodismo

ECODocumentales

  • Aviso legal
© Ecoperiodismo Todos los derechos reservados. Diseño web Ideando Estudio