El diagnóstico del planeta es desalentador: si seguimos a este ritmo de consumo de recursos, en el año 2030 necesitaríamos dos planetas para satisfacer nuestra demanda de recursos naturales. En 2050 necesitaríamos tres. En España la llamada huella ecológica es aún mayor, porque actualmente requerimos el equivalente a 3 Españas para satisfacer nuestro consumo de recursos naturales. Una situación que ha puesto sobre la mesa WWF en su Informe Planeta Vivo.
Un ritmo de consumo que además tiene más efectos: en apenas cinco años, si no cambia nuestro sistema de vida, casi habremos duplicado la generación de basura que se producía en 1995. Esa alarmante previsión, adelantada también por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), presenta un futuro que empieza a hacer ver el planeta como un gran vertedero en el que la sociedad de consumo produce residuos en ingentes cantidades.
Las nuevas generaciones, abocadas a este desalentador futuro, son el objetivo de muchas acciones destinadas a buscar un cambio de rumbo colectivo hacia la sostenibilidad. Un cambio del que deben participar todos los eslabones sociales que componemos la cadena de producción y consumo.
Una vez atisbado el problema futuro y antes de que la gran bola de basura siga creciendo, es fundamental que la ciudadanía sea capaz de gestionar de mejor manera los residuos que genera. En Écija (Sevilla) se acaba de lanzar una iniciativa pionera para tratar de crear una conciencia social respeto al grave problema del reciclaje. La campaña ‘Separar bien para reciclar mejor’, organizada por la Mancomunidad de Écija, Ecoembes y Urbaser y puesta en marcha por Ecomímesis y Ecoperiodismo, va a desarrollar durante un mes una serie de talleres y acciones que buscan enseñar a los jóvenes a participar de manera activa en la gestión de residuos y el aprovechamiento de los recursos. Cada gesto cuenta, y se trata de hacerlo ver a los jóvenes y a su entorno: “hacerles conscientes de que algo tan sencillo como es la separación de los diferentes tipos de residuos en los contenedores específicos supone un beneficio para su entorno y en consecuencia para ellos mismos”, explican los organizadores de la campaña.